Un asunto a considerar al administrar bien tu dinero es recordar que tus necesidades económicas pueden no ser siempre iguales en los distintos momentos de la vida.
Nuestras necesidades económicas sufren ciertos cambios a medida que envejecemos, por lo que son cosas fundamentales que hay que entender, también hay que saber buscar las propias necesidades y reconocerlas más allá de las reglas generales.
Las ganancias tienden a ser más fluidas y estables cuando comienzas a trabajar, por ello es un muy buen momento para gastar dinero en ahorros e inversiones. Por lo tanto, se busca ahorrar e invertir el mayor tiempo posible y así, más oportunidades tendrás de generar un buen capital adicional para el futuro.
Invertir durante los 30 años
Cuando ingresas a esta edad, esta etapa de tu vida, lo más posible es que comiences a estabilizarte en un trabajo. A la vez, es posible que ya hayas formado o estés a punto de formar una familia. En resumen, en este momento de tu vida, sea cual sea, es momento de parar a reflexionar y evaluar. Por ejemplo, plantearse adquirir un seguro de vida y el coste del mismo. Un seguro de vida puede ser algo interesante para una familia, especialmente si la familia es dependiente del flujo de dinero que se adquiere desde tu trabajo.
Si buscas invertir y ahorrar cuando cumplas los 30, puede suponer una gran ventaja a largo plazo. Así es, si nos planteamos funcionar así, nos encontraremos con más de 30 años de jubilación. Dada esta enorme ventaja y dado que normalmente lo que se busca cuando empezamos a ahorrar tan pronto es llegar a una jubilación en las condiciones más óptimas posibles, estas distancias tan largas nos ofrecen mucho margen de maniobra.
Esto tiene ventajas y desventajas, ya que a pesar de que el ahorro temprano ofrece muchas ventajas a largo plazo, también se corren riesgos, ya que el tiempo hasta que llega ese momento de jubilación es más largo.
En resumen, si decides invertir a los 30 años, generalmente lo harás después de considerar las numerosas variables y factores. Invertir tan pronto es más positivo a largo plazo, pero también es más sacrificado, ya que normalmente se asumen grandes costos desde muy joven, como la compra de una casa, por ejemplo. También entra en juego un período de tiempo muy largo entre el ahorro y el momento de uso de esos ahorros, la jubilación.
Invertir durante los 50
Todos somos diferentes, lo que quiere decir que no encontraremos dos situaciones parecidas, y mucho menos a los 50 y en las necesidades de inversión.
Aquí vamos a ver quienes han contribuido a su jubilación y a los ahorros constantes durante un periodo de tiempo significativo. Este tipo de personas habrán completado una de las cargas más importantes de su vida y es muy probable que empiecen a estar exentos de pagar las grandes inversiones de su vida como la hipoteca de su casa y así, estén pudiendo destinar más dinero al ahorro.
Entonces, si has estado pagando tu plan de jubilación desde los 30 años, combinándolo con ahorros para la jubilación y demás, no necesitarás hacer una gran donación cuando tengas 50 años. Esto querrá decir, que la jubilación llegará sin la necesidad de invertir demasiado en ella y por ello sin perder demasiado nivel económico. Esto te brinda la posibilidad de seguir invirtiendo mientras se sigue contribuyendo a los ahorros de la jubilación, haciendo ambas cosas sin tratarse de un sacrificio.